El 31 de mayo se celebra el DÍA
MUNDIAL SIN TABACO, para concienciar de los riesgos que conlleva su consumo.
El consumo tradicional de tabaco
en forma de cigarrillos ha experimentado un ligero descenso en los últimos
años. Sin embargo, se van imponiendo otras formas de fumar que atraen a la
población joven interpelados por novedosos diseños impulsados por la publicidad
de famosos influencers en las redes sociales y otras técnicas de marketing con
las que la industria tabaquera ha conseguido multiplicar las ventas de estos
productos por nueve.
El consumo de tabaco y sus
derivados ocasiona poblemas de salud independientemente de la forma en que se
consuma. La nicotina, las nitrosamidas, el alquitrán, la glicerina, el
propilenglicol, las PM 2,5, el CBD, el THC o metales pesados entre otros, están
presentes en muchas de estas formas novedosas de fumar.
El 14 % de adolescentes consume
de forma regular TABACO DE LIAR con la creencia errónea de que es más natural,
sin embargo, los contenidos en nicotina, alquitrán y monóxido de carbono
alcanzan niveles muy superiores a los permitidos en los cigarrillos
convencionales. A mayores niveles mayor adicción y mayor riesgo de desarrollar
enfermedades relacionadas con la boca, laringe, faringe y pulmón.
Si el consumo es DUAL, mezclado
con cannabis, (recordamos que el consumo no está permitido) se añaden problemas
neuropsicológicos, psicosis y trastornos afectivos. Y en quienes hacen un
consumo diario, a la dependencia, se añade el riesgo de muerte antes de los 60 años,
así como el síndrome de hiperemesis.
En los últimos años, según datos
de la industria tabaquera en 2018, la compra de productos novedosos del tabaco
se ha incrementado por nueve.
El TABACO CALENTADO está
clasificado como un producto novedoso del tabaco al que se
le aplica la misma normativa que al tabaco convencional, prohibiéndose la venta
a menores, así como su publicidad, promoción y patrocinio y la prohibición de
fumar en los mismos espacios.
A través de un sistema
electrónico se calienta el tabaco comprimido (molido o en polvo y mezclado con
otras sustancias como glicerina y sustancias vegetales) a una temperatura de
hasta 400 grados. El tabaco no llega a combustionar por lo que es denominado
producto de tabaco sin humo.
El dispositivo electrónico consta
de tres componentes: un cargador, un cartucho o cápsula o cilindro de tabaco
comprimido, y un dispositivo calentador con un software de control de
calentamiento, la fuente de calor o una cámara sellada para vaporizar la
nicotina del cartucho del tabaco y a veces una boquilla externa.
Los aerosoles que emiten
contienen alquitrán, nitrosamidas, benzopirenos, hidrocarburos cíclicos,
monóxido de carbono, óxido de nitrógeno y entre los aditivos hierro o titanio,
además de glicerina y propilenglicol, formaldehido, acetol o 2-propenol y otras
toxinas añadidas, que no están presentes en el humo de los cigarrillos
convencionales, por lo que aún se incrementa el riesgo de enfermedades
relacionadas con el consumo de tabaco.
Las marcas comercializadas en España
son iQOS, Glo, Ploom y Pax.
Para la OMS, CIGARRILLO ELECTRÓNICO (CE) son “un producto,
o cualquiera de sus componentes, incluidos un cartucho, un depósito y el
dispositivo sin cartucho o depósito, que pueda utilizarse para el consumo de
vapor que contenga nicotina a través de una boquilla. Los cigarrillos
electrónicos pueden ser desechables o recargables mediante un envase de recarga
y un depósito, o recargables con cartuchos de un solo uso”
Al acto de consumir estos
dispositivos se denomina vapear. Los CE están formados por tres elementos: la
batería o pila, el atomizador y el cartucho, que sirven para generar la
vaporización de sustancias que se unen al vapor de agua como nicotina,
glicerina vegetal, propilenglicol, nitrosamidas, silicatos, formaldehído,
benzopireno, PM 2.5, cromo, cadmio, níquel, estaño y otros componentes
incorporados a los saborizantes de los que se han identificado mas de 15.000.
Hay más de 460 marcas de CE, agrupadas
en cuatro generaciones (cig-a-like, vape-vape, box-mods, vape-mods) que se
diferencian según el sistema sea cerrado o abierto, posibilitando así la
recarga.
Los mods suelen usar sales de nicotina, lo que los hace muy adictivos. Además,
contienen grandes cantidades de nicotina e incluso pueden incorporar CBD y THC
líquido.
Entre los riesgos de su consumo encontramos además de la adicción, los
problemas de salud que están los asociados al tabaco como las lesiones
respiratorias, las cardiovasculares, carcinógenas y el riesgo de explosión del dispositivo,
así como la intoxicación de nicotina por menores y otros daños aún no
cuantificados que provienen de la inclusión en los CE mejorados de fibras de
celulosa y goma guar.
Según los datos de la encuesta La
Población Andaluza ante las drogas XV, el consumo de CE es mayor entre las
personas de 16 a 34 años (17,6%), aunque el último año se ha incrementado el
uso entre jóvenes de 12 y 13 años (de 2,6% al 3,4% ) La mayoría usa cartuchos o
líquidos con nicotina, siendo su porcentaje mayor entre los hombres. Entre las
personas jóvenes a medida que aumenta la edad el porcentaje mayoritario se
decante por el cartucho o líquido con nicotina.
Se observa el hecho de que siete
de cada diez personas que fuman cigarrillos electrónicos son fumadoras diarias
de tabaco (78%), un 14,5% entre las personas exfumadoras.
El cartucho sin nicotina lo
consume aquellas personas que nunca han fumado.
CACHIMBA o pipa de agua sirve para inhalar el humo de tabaco aromatizado
tras ser calentado con carbón y pasar por un recipiente con agua u otro tipo de
bebida que puede darle sabor.
La inhalación del aire ambiental se mezcla con la combustión del carbón
originando mayor concentración de monóxido de carbono. Al tabaco aromatizado
con melaza se añaden las partículas que se desprenden del sistema como el papel
de aluminio, el esmalte, las boquillas,
microorganismos y otros derivados de los aromatizantes.
Su uso está regulado por la ley antitabaco y, por tanto, se prohíbe
la venta a menores, así como su publicidad, promoción y patrocinio y la
prohibición de fumar en los mismos espacios.
Según la encuesta ESTUDES un 47%
de jóvenes ha fumado cachimba y se considera que es la segunda forma más
extendida de consumo de cannabis (11,9%)
Su uso es intermitente y de tipo
social. Durante las sesiones se pueden consumir grandes dosis de nicotina
(equivalente de 20 a 100 cigarrillos en una hora) mezclado con otras
sustancias, por lo que la adicción es más rápida y severa. Además, supone
inhalar mucho más alquitrán y monóxido de carbono.
Este patrón de consumo además de
presentar mayor riesgo de adicción conlleva mayores riesgos para la salud que
se añaden a los propios de las sustancias y que son particulares de la forma de
consumo como la tuberculosis, infecciones bucales, hepatitis, virus y herpes.
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